El Concejo Deliberante de Colonia Caroya distinguió post mórtem a la Hermana Julia Di Beco

El Concejo Deliberante de Colonia Caroya, este miércoles, aprobó por unanimidad, la Distinción Post Mórtem a la Hermana Julia Di Beco, de la Congregación Hijas de la Inmaculada Concepción, por su Compromiso Social, ya que sus acciones se distinguieron por su solidaridad y compromiso en la mejora de la calidad de vida de las personas y en el logro de una sociedad más justa e igualitaria en la ciudad de Colonia Caroya.

 

 

 

El Concejo Deliberante de Colonia Caroya, este miércoles 5 de octubre, en Sesión Ordinaria Nº 32, aprobó por unanimidad distinguir post mórtem a la Hermana Julia Di Beco, de la Congregación Hijas de la Inmaculada Concepción, por su  Compromiso Social.

 

 

Vida y obra

 

La Hermana Julia Di Beco nació en la ciudad costera de Pescara, región de Abruzzi, Italia, el 2 de octubre de 1938. De muy pequeña, emigró a la Argentina con su familia, transitando su infancia en la localidad de Pilar, Provincia de Buenos Aires, siendo la mayor de cuatro hermanos.  

 

Di Beco se incorporó a la Congregación Hijas de la Inmaculada Concepción el 15 de agosto de 1954, con 15 años de edad, en calidad de “Apostólica”; inició el Prenoviciado el 16 de enero de 1955 en la Casa San José, Villa Devoto, de la Ciudad de Buenos Aires; el 14 de agosto de 1955, inició el Noviciado, profesando los Primeros Votos el 15 de agosto de 1957; hizo su Profesión Perpetua el 2 de febrero de 1963.

 

Desplegó su misión apostólica con gran dedicación, atendiendo especialmente a niñas internas, enfermos y ancianos en distintas comunidades, llevando a cabo tareas de enfermería y asistencia:

 

§  Colegio Ntra. Sra. de Nieva (1959-1964)

§  Hospital Vicente López, Provincia de Bs. As. (1964-1976)

§  Hogar de Ancianos Juan XXIII, Colonia Caroya (1976 a 1978 y 1981 a 2015)

§  Hospital Pirovano, Ciudad de Bs. As. (1978 a 1981)

§  Colegio San José (2016 a 2018 y 2021 a 2022)

§  Colegio Sagrado Corazón de Jesús (2018 – 2021)

 

Se entregó con dedicación a ancianos y ancianas del Hogar Juan XXIII, por los que no ahorró sacrificios desde los inicios de esta obra, con un espíritu de total donación para cada uno, a los que trató con verdadera maternidad espiritual.