Nota al concejal Amílcar Ñáñez

Opinión- Amílcar Ñáñez

La idea de la Convencional Constituyente estaba desde finales de la década de 1990 y se materializa en  el año 2008 a raíz de la convocatoria el año anterior en las elecciones a intendente. La Convencional Constituyente estuvo conformada por 14 convencionales.

Creemos, como integrante del espacio político de la UCR, que era necesario darle una impronta particular a la legislación local, marcando lo que nos caracteriza como comunidad y como ciudad para regirnos con nuestra ley madre. Sobretodo teniendo en cuenta que no todos los municipios son iguales ni todas las culturas son similares, eso hizo que se destacaran algunos aspectos que hacen a nuestra identidad. 

En ese momento ocupaba el cargo de concejal, y me pareció muy importante escuchar a cada uno de los constituyentes y a los vecinos que se acercaban a participar en las comisiones, lo que le dio las características que tiene hoy la Carta orgánica municipal. Sin embargo, considero que hay algunos aspectos que deberían ser revisados, para adaptarla  los tiempos que corren, porque no es inamovible.

Todos los espacios políticos estuvieron de acuerdo en no modificar la duración de los mandatos, es decir que sea de un período y luego volver al llano. Esta idea nos parecía lo correcto porque de esa manera se permite la participación de más personas en la conformación de las listas. Lo veíamos como un movilizador de los espacios políticos de nuestra comunidad. Hoy consideramos que no fue acabadamente cumplida dada la modificación a la que asistimos el año pasado reñido con la legalidad en cuanto a la forma en la que se solicitó la enmienda. Nosotros planteamos una reforma más integral, con varios artículos a rever para adaptarla a los tiempos que corren. La justicia aún no se expidió sobre el tema y eso nos hace pensar que no está debidamente aclarado. Nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios para la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y democrática. 

Creemos en el fiel cumplimiento y en el respeto a la ley madre a la que se deben ajustar el resto de las ordenanzas. Y a lo que a nosotros no tocó trabajar en su momento fue la sanción de distintos códigos como el electoral y de edificación y darle un marco característico que es lo que nos hace diferente al resto de las ciudades de la provincia y el país. La Carta orgánica municipal es una normativa propia, que tiene parte de la idiosincrasia local dada nuestra historia y para que se mantenga en el tiempo. Como todo la Carta orgánica municipal es perfectible pensando en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que la comunidad se sienta plenamente contenida en esa ley madre y puedan contar con su respaldo cada vez que la necesite.

 

*Amílcar Ñáñez- Concejal Bloque UCR